Revivir a través de la madera

Una trombosis cerebral le cambió la vida a Bernardo Alonso -al que todos conocen como Paco-. Tras el accidente cerebro-vascular no quedó nada del mecánico tornero de Alfajarín y su familia incluso llegó a pensar que no saldría con vida.

Sin embargo, tras un tiempo en coma y cinco años de terapia ocupacional recuperó su vitalidad gracias a la madera. En el centro ocupacional aprendió a recortar y montar piezas de aglomerado. Lo primero que fabricó con sus manos, no sin dificultad debido a la reducida movilidad que tiene, fue un comedor en miniatura.
Ahora está asentado en Orihuela del Tremedal, de donde es su mujer, Feli Rueda, y allí tiene un taller del que salen maquetas a escala de edificios civiles y religiosos de toda índole.

Bernardo -que trabaja con la mano izquierda y se ayuda con la boca- ha recuperado la alegría de vivir a través de la madera, pero no el habla, y es su mujer la que explica cómo le entretiene una afición que practica desde hace dos décadas. «Es una persona muy activa y no puede verse sin hacer nada», comenta Feli Rueda. Por eso, invierte horas y horas en confeccionar algunas de sus piezas. Las más grandes pueden llevarle hasta medio año, pero el trabajo merece la pena, ya que algunas de sus creaciones están expuestas y son admiradas por el público.

Es el caso de la ermita del Rosario de Luco del Jiloca, el pueblo donde vivió de niño algunos años. Bernardo cedió una maqueta del templo y ahora se exhibe en la iglesia parroquial.

Fuente: Diario de Teruel

Fecha: 10/07/2011