Louis Clair propone cambiar la actual luz anaranjada y deslumbrante por otra que deje ver los colores de la ciudad.

El casco antiguo de Albarracín no está bien iluminado. Al menos, no para el momento actual, en el que existen nuevas tecnologías que permiten dar luz sin desvirtuar los colores naturales y con un menor gasto. Es la opinión de Louis Clair, fundador de Light Cibles, la empresa que ha diseñado -entre otras- la iluminación de la catedral de Notre Dame de París. Clair ha visitado esta semana la localidad turolense para elaborar un proyecto de iluminación acorde con su paisaje arquitectónico.

La propuesta de Louis Clair es cambiar las bombillas convencionales que ahora bañan Albarracín de un tono anaranjado, por luces de led, que permitirían ver los colores naturales de la ciudad. Y todo ello con un menor consumo de electricidad y, por tanto con menor coste económico para el Ayuntamiento.

«Con estas farolas, es difícil ver el verde, el azul, el rojo y el rosa, colores que existen en la arquitectura de Albarracín. Incluso, las figuras humanas se ven amarillas», indicó el iluminador. Su idea es también dirigir la luz hacia los objetos concretos, pues parte de la iluminación actual va a parar al cielo, algo innecesario que no produce sino contaminación lumínica.

El otro objetivo de su proyecto es lograr el confort visual. Explica que las bombillas convencionales, con un único y potente foco de luz, deslumbran al caminante, el cual sufre un fuerte contraste visual entre la zona iluminada y la de sombra. Las luces de led, con decenas de lámparas muy pequeñas que aportan una luz uniforme, harán que el ojo humano contemple descansado Albarracín.

Una de las curiosidades del plan es que la iluminación de la muralla medieval de la localidad utilizará energía solar, lo que permitirá todavía un mayor ahorro económico. «Intentaremos hacerlo todo lo mejor posible, pero con el menor coste y pensando en la economía de la ciudad», destacó Clair. Para realizar el proyecto, el iluminador y su equipo han pasado varios días en Albarracín, estudiando dónde colocar los puntos de luz.

Fuente: Heraldo de Aragón

Fecha: 21/11/2010