Cientos de aficionados de todo el mundo se reúnen en esta zona para practicar un deporte cada vez más en auge.

Las rocas de areniscas y conglomerados rojizos de espectaculares formas de los pinares del Rodeno de Albarracín se han convertido en un punto de referencia a nivel europeo para la práctica de la modalidad de escalada libre denominada búlder (del inglés boulder -bloque-).

Cientos de aficionados de todo el mundo se dan cita en el Parque Cultural de Albarracín, en las proximidades de los abrigos de pinturas rupestres, para ejercitar este deporte que cada vez cobra un mayor auge. Algunos fines de semana se llegan a concentrar hasta cuatrocientas personas en estos parajes, lo que ha convertido la actividad en un verdadero fenómeno que sorprende a muchos de los que frecuentan la zona.

«Actualmente los pinares de Rodeno es la segunda zona más importante de Europa -después de Fontainebleau (Francia)- para la práctica de la modalidad de escalada búlder», explicaba Celso Martínez, escalador y miembro del equipo de diseño de la marca de ropa deportiva Trangoworld. La firma celebra esta semana una convención en Albarracín con la presencia de deportistas y exhibiciones en las rocas de rodeno.

Albarracín casi ha desbancado a Fontainebleau -a 50 kilómetros de París- en el ejercicio de esta actividad, en la que, según cuenta Martínez, existe tradición de escalada libre desde hace más de cien años: «La modalidad comenzó a raíz de que los deportistas trepaban por la rocas mientras entrenaban para ir a los Alpes».

Los primeros aficionados, procedentes de Cataluña, empezaron a acudir al Parque Cultural turolense hace una década, atraídos por reportajes de televisión. «Porque -comenta Celso Martínez- siempre que vemos una piedra nos llama atención».

El atractivo paisajístico de los pinares de rodeno y las características de sus rocas y de su climatología impulsaron definitivamente la zona, a la que actualmente acuden deportistas de todo el mundo, muchos de ellos procedentes, incluso, de EE. UU.

«El pinar turolense tiene un encanto especial y la adherencia de la roca arenisca es espectacular», indicaba Martínez, quien agregó que otra de las ventajas del Rodeno es el clima mediterráneo, con escasas lluvias, lo que favorece la actividad.
Colchonetas de protección
Los pinares de Albarracín fueron ayer una vez más escenario de exhibiciones de escalada con la presencia de unas cincuenta personas, entre deportistas y representantes de ropa deportiva. No es la época más adecuada para realizar búlder, ya que este tipo de escalada se practica entre los meses de octubre a mayo. Las elevadas temperaturas, que propician el calentamiento de las rocas y la transpiración corporal, dificultan la adherencia a las piedras. Pese a ello, se llevó a cabo una pequeña demostración, en la que, además, se comprobó la resistencia de un nuevo modelo de colchoneta, un elemento fundamental para amortiguar las posibles caídas.

Bruno Macías, campeón de España de búlder en siete ocasiones, es uno de los asiduos a los pinares de Rodeno de Albarracín. Lleva cinco años acudiendo a un lugar que, según dice, conoció por efecto del boca a boca. «Es muy agradable escalar aquí; en estas areniscas cuyos agarres son muy suaves y redondeados», explicaba Macías. Con solo unas zapatillas ‘pies de gato’ -en algunas ocasiones varios números menores-, la colchoneta como único material de protección y magnesio para evitar la humedad de las manos, los escaladores treparon por las paredes rojizas del monte turolense con la habilidad de los arácnidos. Bruno considera, no obstante, que «la potencia» es la principal cualidad para escalar.

Fuente: Heraldo

Fecha: 16/06/2011