Colmenillas, Senderuelas o boletus. Estas variedades, y algunas más, de hongos de primavera podrán ser degustadas desde hoy y hasta principios de junio -durante todos los fines de semana- es una veintena de restaurantes de la Sierra de Albarracín. Con las jornadas gastronómicas de las setas, como así se denominan, que han partido de la Asociación de Empresarios Turísticos de esta zona, se pretende repetir el éxito alcanzado en una iniciativa similar desarrollada el año pasado pero con las variedades de otoño. El componente culinario se completa con unos encuentros micológicos, destinados a especialistas, que ayer tuvieron lugar en Monterde y el día 4 de junio, en Frías de Albarracín, y que han sido organizados por la Asociación Asiader.

«Siempre se ha asociado la riqueza micológica con el otoño y nosotros queremos deshacer este tópico y dar a conocer las variedades de setas que se pueden recolectar también en primavera y que tienen unos valores culinarios tan importantes como las tradicionales del otoño», explicaba Begoña Sierra, gerente de la Asociación de Empresarios Turísticos. «Estas jornadas son una excusa para que los visitantes vengan a conocer el territorio y vean que es un buen momento para conocer nuestra comarca, con una naturaleza que rebosa de esplendor», agregó.

Restaurantes de Albarracín, Bronchales, Frías de Albarracín, Jabaloyas, Moscardón, Tramacastilla y Villar del Cobo se han sumado a la preparación de diferentes menús y tapas con las setas como protagonistas. Se trata de platos elaborados en la inmensa mayoría de las ocasiones con la creatividad como herramienta. Un curso de iniciación a la gastronomía micológica, realizado el año pasado, es el responsable del derroche de imaginación del que hacen gala los restauradores de la Sierra de Albarracín.

Ana Barrera, la chef del restaurante ‘Érase un a vez el mundo al revés’ de Tramacastilla, tan solo hace dos años que abrió su establecimiento en el corazón de los Montes Universales y se ha acogido a todas las iniciativas que se generan desde la asociación. «Son muy interesantes y logran atraer mucho público», dice. Especializada en postres, explica la versatilidad de las setas, productos cuyas propiedades para la elaboración de platos dulces ha descubierto recientemente. Torrijas de mermelada de setas o leche frita con crema de boletus son algunas de sus propuestas.

La crisis no ha impedido que se sigan abriendo establecimientos hoteleros y restaurantes en la Sierra de Albarracín. En estos momentos, la Asociación cuenta con 65 socios que regentan cerca de 80 locales.

Las jornadas gastronómicas y micológicas, que se completarán hoy con talleres para niños en Monterde, han logrado que el turismo no se concentre en Albarracín, como hasta ahora, y se expandan a buena parte de los pueblos de la Sierra. «El resto de localidades tiene mucho que ofrecer, sobre todo en naturaleza», explicaba Sierra.

Fuente: Heraldo

Fecha: 15/05/2011