Calamocha acogerá un desembalaje de antigüedades

La feria Antiquarius, de antigüedades, coleccionismo y almonedas, cambiará su formato para adaptarse a los tiempos de crisis. Así lo explicó ayer Juan Ignacio Ibáñez, gerente de la Institución Ferial de Calamocha, quien comentó que posiblemente al año que viene se lleve a cabo un desembalaje, que es una muestra de productos antiguos pero sin estands y con piezas más económicas. Con esta alternativa pretenden mantener un certamen que va por su cuarta edición y que se ha convertido en una cita obligada para todos los amantes del vintage.

El cambio en la organización de Antiquarius supondría un menor coste para los expositores, lo que permitiría «aguantar en los años de bajón», según indicó Ibáñez. Esta es la conclusión a la que han llegado los organizadores del certamen tras la reducción de público que se registró durante el fin de semana en el recinto ferial. Así, si en anteriores ocasiones recorrieron la feria unas 2.000 personas, en su cuarta edición solo pasaron por allí un millar de visitantes.

El gerente argumentó que el sector de las antigüedades se ha visto muy afectado por la crisis económica debido al tipo de producto que venden, que «es de capricho». De hecho, Ibáñez argumentó que durante los últimos años han cerrados muchas empresas dedicadas a este producto.

Para Alejandro Rodríguez, de Antigüedades Sagasta, de Logroño, el «problema» del certamen calamochino no ha sido «la falta de compradores, si no la falta de público en general».
No obstante, como señaló el anticuario navarro Javier Burgos «es un mal momento para la antigüedad», y por eso cuando acuden a una feria buscan únicamente «cubrir gastos y captar algún cliente».

Entre las piezas que desplazó Javier Burgos desde su almacén en Navarra hasta Calamocha había desde planchas de hierro de 15 euros hasta una carroza de caballos valorada en 5.000. Sin embargo, pese a la vistosidad de sus productos -tenía incluso una talla de una virgen- no logró cerrar muchas ventas: «La gente pregunta algún precio, pero no compra», aseveró. De todas formas, el experto recordó que las antigüedades son una inversión que comparó con el oro: «Cuanto más tiempo pasa, más dinero valen», dijo.

Fuente: Diario de Teruel

Fecha: 13/06/2011