Un concurso nacional de cocina puso ayer el broche de oro al salón Gusto Mudéjar desarrollado en la capital.

Los productos agroalimentarios de calidad de la provincia de Teruel se transformaron ayer en fórmulas gastronómicas de alta cocina de la mano de diez cocineros procedentes de distintos puntos de España y de Alemania. Los chefs, seleccionados en la primera fase del concurso nacional de cocina, dedicaron todo el día a la confección de platos, que, como principio básico, contenían materias primas de la tierra.

El concurso fue el colofón del salón del turismo gastronómico, Teruel Gusto Mudéjar, que se ha celebrado el pasado fin de semana en el Palacio de Exposiciones y Congresos de la capital.

La primera de las dos recetas obligadas dentro del certamen -una reinterpretación de las clásicas patatas rellenas, en este caso de la variedad agria de Cella, con carne de cerdo de denominación de Teruel y trufa negra de Sarrión-, hizo desplegar la imaginación de todos los concursantes. Elaboraron en directo coloristas composiciones con las que disfrutaron paso a paso los espectadores, la mayoría profesionales que aprovecharon su día de descanso semanal para acercarse al Palacio de Congresos.

Una segunda propuesta gastronómica, confeccionada con productos sorpresa, terminó por elegir a los ganadores por parte del jurado, presidido por el prestigioso cocinero radicado en Madrid Pedro Larumbe. El chef señalaba, poseedor de una Estrella Michelín, que «el sabor» y el trabajo que hay detrás de cada elaboración son dos de sus premisas básicas a la hora de valorar los platos. Por su dotación, 5.000 euros el primer premio, el concurso turolense se configura como uno de los más interesantes del panorama nacional. No obstante, Pedro Larumbe consideró que, si bien importante, los cocineros «habitualmente no se presentan a los certámenes por el importe, sino por el reconocimiento y porque da ánimos para seguir. Es un paso más en su carrera».

De los productos agroalimentarios aragoneses, Larumbe reconoció que suele trabajar en sus establecimientos madrileños con la trufa de Sarrión y el jamón turolense. De este último dijo que es «quizás el mejor de cerdo blanco de España» y abogó por una mayor promoción del mismo, similar a la que en Italia se lleva a cabo con el jamón de Parma.
Pan certificado

La feria Teruel Gusto Mudéjar se ha convertido en un escaparate de los alimentos de calidad certificada. Es el caso del pan de cañada y de pintera -dos clásicos en la panadería tradicional turolense-, que se intentan abrir paso en el mundo de la restauración.

La Asociación Provincial de Panaderos firmó el lunes un convenio con la de Empresarios Turísticos de Teruel para poner en marcha una campaña de promoción entre los restaurantes de la provincia de estas variedades de pan, que están acogidas a la marca de calidad C’alial del Gobierno de Aragón. «Queremos recomendar la presencia de este pan entre nuestros asociados», señalaba el presidente de los empresarios turísticos, Fernando Cánovas.

El presidente de la Asociación de Panaderos, Jorge Sanz, explicó que por el momento siete panaderías de la provincia tienen entre sus productos las cañadas y las pinteras y cinco más están en proceso. «El reto más inmediato es lograr la implicación de unos cincuenta establecimientos», anunció Sanz.

La experiencia culinaria que se ha vivido en Teruel se completó con la presencia de caldos de la tierra, así como de un concurso de sumilleres, cuyo primer premio recayó en Rafael Reyes, de Elche (Alicante).

Fuente: Heraldo

Fecha: 05/04/2011