El servicio ha adelantado la salida, que se produce antes de que los estudiantes salgan de clase

Los padres de los doce escolares de Guadalaviar, Torres de Albarracín, Tramacastilla, Noguera, Griegos y Villar del Cobo que están internos en las residencias de la capital turolense piden que el servicio de transporte que comunica Teruel con la Sierra de Albarracín recupere su horario original de las 15:30 horas para que así los estudiantes lo puedan seguir utilizando los viernes.

En noviembre hubo una modificación en el horario del servicio regular de transporte puesto que se suprimió la línea escolar que llevaba diariamente a los niños de la Sierra que cursan sus estudios en el instituto de Albarracín y se empezó a utilizar el transporte regular que desde hace años hace la empresa Navarro, cuyos autobuses salen desde Teruel.

Durante los primeros meses en los que se suprimió la línea de transporte escolar, el autobús partía a las 14:10, recogía primero a los chavales de Teruel en la puerta de sus centros educativos y luego acudía a Albarracín a por los que allí estudian. «Pero debieron quejarse los padres de que sus hijos llegaban tarde a comer y ahora obligan al autobús a salir de aquí a la hora estipulada», lamentan los padres. Los afectados estaban de acuerdo con este horario, que aunque les perjudicaba porque sus hijos debían salir un poco antes de clase (concluyen a las 2:20) y comían de bocadillo, les permitía llegar al pueblo en autobús.

El cambio de horario provocó que los niños de Guadalaviar, Griegos, Villar del Cobo, Tramacastilla, Noguera y Torres de Albarracín tuvieran que dejar de usar el autobús los viernes puesto que, para cogerlo, debían perder una hora lectiva. Los padres afectados han enviado escritos tanto al departamento de Educación como al de Transportes solicitando que se restituya el horario del autobús o, al menos, que les permitan ajustar el horario y recogerlos un poco antes aunque los que estudian en Albarracín esperen un poco. Sin embargo, hasta el momento no han recibido respuesta: «Por ahorrarse ellos una línea nos han dejado sin el servicio», criticó Roberto Soriano, que es uno de los padres afectados.

El detonante del problema llegó ayer cuando el servicio de transporte particular que los padres de la Sierra habían contratado no pudo realizar el servicio. «Los lunes los llevamos, pero los viernes hay muchos padres que no pueden porque trabajan y contratamos un autobús», decía ayer una de las madres que acudió a buscar a sus hijos hasta la Escuela Hogar de Teruel..

Desde el departamento de Educación indicaron que los escolares que están internos en residencias cuentan con ayudas reguladas por ley para el transporte y que los padres deben de gestionarlo con esas subvenciones. «Si hay una ruta que los pueda llevar, se integran en esa ruta, pero la gestión del transporte corresponde a los padres, no hay rutas específicas para los niños que están en internados», comentaron.

Por tortuosas carreteras

La mayor parte de los pueblos afectados están a casi 75 kilómetros de la capital turolense (salvo Torres de Albarracín, que está a 50 kilómetros) y se llega a ellos por tortuosas carreteras que no permiten circular a gran velocidad.

La ayuda para transporte asciende a 562 euros por escolar, «una limosna», en palabras de los padres, a quienes les gustaría que fuera Educación la que gestionara el transporte o al menos que diera una solución para el desplazamiento de los escolares los viernes.

Así, los padres de los niños que están internos en Teruel confían en que el departamento de Educación vuelva a negociar con Navarro para que la empresa de transportes retrase la hora de salida del autobús el viernes por la tarde o habilite una segunda línea con el fin de dar servicio a todos los usuarios.

«Con el lunes ya contamos, pero si nos ahorramos bajar a buscarlos los viernes, nos evitamos 150 kilómetros, que multiplicados por 40 semanas son muchos», argumentaba una madre ayer. Además, matizaba que con la ayuda de 562 euros no les llegaba para el transporte, pero «al menos» se ahorraban uno de los dos viajes semanales. Y es que, como decía un padre ayer cuando acudió a por sus hijos, el coste es mucho mayor: «Ya llevo gastados 1.300 euros y lo que queda».

Roberto Soriano indicó que sus exigencias estaban justificadas: «Solo pedimos lo que tiene cualquier escolar aragonés, que es transporte hasta su colegio, ni más ni menos. Todos los chavales van a colegio gratis, ¿por qué nosotros no?», se preguntaba. Los padres recordaron que habitan en zonas de montaña alejadas de grandes núcleos de población y que precisamente por eso tienen que estar de lunes a viernes sin sus hijos.

Los doce escolares también recibieron ayudas por parte de los ayuntamientos de Guadalaviar, Griegos y Villar del Cobo, que aportaron una cantidad de 100 euros cada uno para ayudar a los padres a sufragar parte de los gastos derivados de la contratación del transporte privado para los viernes. Además, los afectados también solicitaron ayuda a la comarca Sierra de Albarracín, aunque de momento no han recibido respuesta al respecto.

Los padres mostraron ayer su malestar porque cuando llamaron a Educación comunicándoles los problemas que tenían para acudir este viernes a por los chavales, desde el Servicio Provincial les dijeron que a las 17 horas cerraban los centros y, según concretaron los padres, incluso les advirtieron de que podían ser denunciados por abandono.

Desde Educación negaron estas acusaciones y señalaron que habían hablado con las residencias donde están estos menores para que permanecieran en ellas hasta que llegaran los padres o el transporte autorizado a recogerles. Incluso indicaron que los centros seguirían abiertos todo el fin de semana si no acudían los tutores a por ellos. Matizaron que lo que habían comunicado a los padres es que sí avisarían a menores de que esos niños habían quedado, hasta que llegaran los progenitores, bajo la tutela de Educación.

Dos grupos de afectados

Fuentes del departamento de Educación comentaron que el problema con la línea de la Sierra de Albarracín es que había dos grupos de afectados, por un lado los niños que están internos en Teruel y por otro los que se desplazan a diario hasta el Instituto de Enseñanza Secundaria de Albarracín, a los que Educación sí debe garantizar por ley el transporte hasta sus domicilios. Si el horario del autobús que llega desde Teruel no se modificaba, los estudiantes de Albarracín debían esperar mucho rato para ser llevados hasta sus casas, dijeron. Por otra parte, al cambiar el horario, el autobús sale antes de que los niños que estudian en Teruel hayan concluido las clases.

Ambos grupos tenían el servicio conjunto -unos salían antes y otros esperaban un rato– desde que se suprimió la línea de transporte escolar de Albarracín, que fue asumido por el servicio regular que ya prestaba Navarro desde la capital turolense para toda la serranía.

Fuente: Diario de Teruel