En la jornada más multitudinaria del fin de semana, las escenas de la leyenda, los talleres y exhibiciones devuelven la ciudad a otro tiempo.

La muerte este sábado de Diego de Marcilla centra la jornada festiva en Teruel. Es una de las escenas destacadas de la recreación de la leyenda de los Amantes de Teruel que este fin de semana multiplica la población de la ciudad, que se vuelca en la representación que atrae a miles de turistas.

El teatro que sacan adelante más de un centenar de actores transmite a los visitantes la historia universal de los Amantes. A lo largo de esta jornada, la más multitudinaria del fin de semana, las escenas y los talleres y exhibiciones devuelven la ciudad a otro tiempo. 

Se cuenta la leyenda de Isabel y Diego, pero también cómo peleaban las familias de la ciudad por el pendón de la villa en el tiro de soga, cómo eran los ropajes y armas de las Órdenes militares, el arte del esgrima o el tiro con arco, plegarias y confesiones de monjes y la vida de los herejes, o también los usos y costumbres de las «descarriadas que regresan al burdel».

De todo ello se encargan actores aficionados que gratuitamente se meten en la piel de los mil y un personajes de la época, que crean de ese modo la verosimilitud y el ambiente de hace ocho siglos.

Además de las escenas teatrales, los miembros de los 150 grupos, que están instalados a lo largo de las calles del centro, muestran en sus «jaimas» los usos y oficios de otro tiempo, como la elaboración de jabón artesanal, tejido de telas, el «mondongo» o matacerdo, destilación de aromas, fabricación de sogas y cuerdas, cantería, esquileo o talleres de aceites y jabones.

Uno de los actos más vistosos es el que siempre tiene lugar en torno a los jardines de La Escalinata, donde los amantes de los animales pueden ver espectaculares exhibiciones de aves rapaces que vuelan sobre las cabezas de los asistentes e incluso se posaban en ellas, guiados por sus entrenadores.

Los amantes de las batallas medievales disfrutan con la ‘Proelium Militiae’ en la explanada del Cofiero, y quienes quieren acercarse más a las técnicas de lucha o las armas han visitado en el parque de Los Fueros a los grupos recreacionistas de distintos puntos de España.

La vinculación de la ciudad con el toro también está representada con el toro nupcial, con el que se festejan las bodas de Isabel de Segura y Pedro Fernández de Azagra.

La tradición del toro de soga está muy presente en las fiestas del Ángel de Teruel, que se celebran en julio, y se ha incorporado a esta recreación popular con sus propias peculiaridades.

El astado recorre las calles del centro guiado por los responsables de la soga y la baga, las dos cuerdas con las que manejan al animal a la salida y entrada de corrales.

Sin barreras que lo limite, la pericia de estos «sogueros» es lo único que contiene la fuerza y las carreras del animal.

Fuente: Heraldo