A pesar de que el tiempo no acompañaba, fresco y con lluvia, el público se volcó el sábado con Territorio Dinópolis en el primer día de la temporada del vigésimo aniversario de su inauguración. El parque paleontológico recibió en su sede de Teruel a numerosos visitantes en el día de su reapertura, aunque el centro no facilitó la cifra exacta, tres meses más tarde de lo que es habitual debido a las restricciones de movilidad que ha habido por la pandemia. El público tenía ganas de viajar a la tierra de los dinosaurios y así lo pusieron de manifiesto algunas de las familias que acudieron de otras provincias, que comentaron que era la primera salida fuera que hacían desde que se declaró la crisis de la covid y que tenían pendiente el viaje desde el año pasado.

A las diez de la mañana había colas ya para entrar en Dinópolis, aunque el acceso fue muy fluido gracias a que la mayoría adquiere sus entradas online como aconseja el parque paleontológico. Entre quienes aguardaban para disfrutar del que se ha convertido en uno de los reclamos turísticos más importantes que tiene la provincia estaban los hermanos Edurne y Adán, de 8 y 5 años, que llevaban más de un año aguardando ese momento y que por fin pudieron cumplir su sueño.

Los padres de los dos pequeños contaron que la escapada la habían programado para el Día del Padre de 2020, pero se declaró el estado de alarma por la pandemia y todo se frustró. Son de Toledo y la madre, María Jesús Miguel, comentó que “tenían muchas ganas”. Llegaron a Teruel el jueves porque en Castilla-La Mancha ha sido puente festivo y hasta el sábado hicieron turismo por la capital y Albarracín, pero el objetivo era visitar Dinópolis como un sueño anhelado a lo largo de estos meses de pandemia que todos quieren olvidar.

Adán, el pequeño de la familia, estaba ilusionado haciendo fila para entrar al espectáculo del show del T-rex y tenía muy claro por qué le gustan los dinosaurios. “Son muy bonitos”, contaba con desparpajo, mientras que sus padres aseguraban que el parque había “cumplido las expectativas” que se habían hecho, y eso que acababan de iniciar la visita.

El Saurio Park estuvo muy concurrido en el primer día. Bykofoto/Antonio García

Más tímido se mostraba Lucas, de 6 años, que había viajado desde Madrid con sus padres y su hermano de 3 años. Es todo un apasionado de los dinosaurios y su regalo de cumpleaños del año pasado era visitar Dinópolis. Nunca lo supo, entre otras cosas porque la pandemia impidió que la familia pudiera hacer el viaje, y cuando empezó a haber movilidad entre las provincias prefirieron ser prudentes y esperar a que mejorara la situación.

La madre de Lucas, Ana, contó además que la salida había sido la primera que habían hecho fuera de casa desde que se declaró el estado de alarma en marzo del año pasado. “Salvo al pueblo en verano no habíamos ido a ningún otro sitio”, comentó, lo que añadió un plus muy especial al viaje.

Un viaje retrasado

Esta familia llegó a Teruel el viernes por la tarde tras recoger a Lucas nada más salir del colegio. Al hacer la maleta el jueves, Ana aseguró que tanto el niño como ellos sintieron la emoción de recuperar cierta normalidad al poder hacer una escapada de fin de semana y además a un sitio como Dinópolis al que tantas ganas tenía de ir su hijo.

“Sentimos una emoción a tope, no solo por venir a Dinópolis sino por poder pasar un tiempo juntos fuera de casa, muy contentos de poder salir y estar en otra ciudad”, explicó Ana. Era la primera vez que viajaban a Teruel y reconoció que lo poco que habían podido ver de la ciudad les había “encantado”, y que hoy intentarían conocer algo más y visitar Albarracín antes de emprender el viaje de vuelta a casa.

Colas para entrar en uno de los espectáculos de Dinópolis. Bykofoto/Antonio García

El padre de Lucas, Alberto Romero, comentó que Dinópolis estaba “muy bien” y que como querían haber venido desde el año pasado estuvo consultando en Internet la apertura del parque y cuando se enteró no dudaron en visitarlo el primer día de la temporada ya que era un viaje que habían tenido que retrasar por el estallido de la crisis de la covid. Alberto relató que hace un año tenían previsto visitar Dinópolis en junio pero sin decirle a Lucas dónde iban, como una sorpresa con motivo de su cumpleaños. “Este año no ha sido una sorpresa porque lo habíamos planificado”, precisó, y aunque el chaval ha tenido que esperar por culpa de la covid por fin pudo cumplir su sueño unos días antes de celebrar su séptimo cumpleaños.

Historias como estas acompañaban a muchos de los visitantes de Dinópolis en el primer día de la vigésimo primera temporada con un ambientazo que contribuyó a reafirmar las “buenas sensaciones” que la directora gerente del parque, Higinia Navarro, aseguró que tenían después de lo atípico que fue 2020, cuando abrieron en julio y no pudieron concluir el calendario de apertura al público por los cierres perimetrales.

Dinópolis se convirtió también en un lugar de reencuentro, en un sitio al que hacer una escapada con la familia para empezar a recuperar la normalidad. Así lo vivieron María Luisa Gracia y su esposo con su hijo Rodrigo y su nieto, Bruno, de Sabiñánigo. Se llevaron al niño a Dinópolis por sorpresa y el pequeño no daba todavía crédito al mediodía del sábado de dónde se encontraba. “Es la primera vez que venimos, el niño no sabía que íbamos a venir y ha sido una sorpresa para él porque le gustan mucho los dinosaurios”, comentó la abuela.

El padre de Bruno, Rodrigo, añadió que les hubiese gustado “venir antes”, pero la pandemia se lo había impedido. Se mostraban felices de haber podido dar esa sorpresa a Bruno y reconocían estar sorprendidos de los contenidos de Dinópolis. “Está muy bien, está genial, nos ha sorprendido y las medidas de seguridad están también muy bien”, explicó el padre, quien precisó que era la primera salida que hacían después de la pandemia y que lo habían hecho “con ganas”.

Un niño con sus padres mira fascinado el esqueleto de un T-rex. Bykofoto/Antonio García

Territorio Dinópolis

Territorio Dinópolis inició  su nueva temporada, la del vigésimo aniversario de su inauguración el 1 de junio de 2001, con el eslogan “¡20 años viéndonos crecer!” y una promoción muy especial pensada para quienes nacieron el mismo día que se inauguró el parque. Los nacidos el 1 de junio de aquel año que visiten este año Dinópolis recibirán un carné vitalicio para entrar gratis de por vida. Además, todos los nacidos en cualquier día de 2001 podrán visitar este año gratis el complejo paleontológico.

Para celebrar el aniversario, la directora gerente indicó que se había diseñado también la campaña “Dinópolis cumple años, pero los regalos los recibes tú”, de manera que los visitantes podrán recuperar el importe de las entradas o los gastos hechos en el parque si son agraciados en los sorteos que se harán cada mes.

A la salida se han instalado unos buzones con ese fin, de manera que los visitantes pueden introducir en ellas unos boletos que tienen que rellenar con sus datos y el número del ticket de sus consumiciones o compras, y al final de cada mes se hará un sorteo y a los ganadores se les devolverá como regalo el dinero gastado.

Los primeros visitantes pudieron también empezar a hacerse fotos en el photocoll que se ha instalado en el hall, y que junto con la “cápsula del tiempo” que ha ideado Dinópolis permitirá hacer un recorrido por los veinte años del parque a través de las fotografías y relatos con sus vivencias que vaya mandando la gente. Esta iniciativa, ligada al eslogan del veinte aniversario, pretende celebrar cómo en estas dos décadas no solo ha crecido el parque sino quienes lo han visitado, en los primeros años niños y jóvenes que ahora son adultos y regresan con sus hijos.

Ese fue el caso del oscense Sergio Escario, aunque vive en Zaragoza, y que hace 19 años visitó por primera vez Dinópolis con sus amigos. El parque tenía entonces solo un año de vida y él y sus colegas 19 años. Hicieron una escapada a Teruel para visitarlo y rememora que “nos lo pasamos tan bien que nos llevamos un buen recuerdo y no lo hemos olvidado”.

Sergio trajo a su hijo con 5 años a disfrutar de Dinópolis y cada paso que daba le recordaba aquella escapada juvenil de hace casi dos décadas, aunque reconoció que había encontrado todo muy cambiado. Se alegró en cualquier caso de que se conservasen cosas como el ride del principio y el “susto” que da la cabeza de un T-rex al abalanzarse sobre la gente con sus fauces abiertas al final del recorrido.

Sergio comentó que en todos estos años no había regresado a Teruel, ni siquiera a la provincia, y que había supuesto una grata sorpresa ver cómo había “crecido” y “cambiado” Dinópolis. Reconoció también que estaba “sorprendido” de la cantidad de gente que había acudido el primer día de la temporada, e indicó que habían viajado con otros amigos que tienen un hijo al que le gustan también los dinosaurios porque buscaban sitios abiertos y sin aglomeraciones.

La amiga de Sergio, Ana Núñez, comentó que era la primera salida que hacían después de la pandemia y que lo que habían visto hasta ese momento del parque les parecía “muy chulo” y les había “gustado mucho”.

Con ganas de abrir

No solo los visitantes mostraban alegría y emoción sino también los trabajadores tras los meses inciertos que han tenido que pasar inmersos en un ERTE tras la corta temporada que hubo el año pasado y el retraso del inicio de la actual. Alba, que lleva cuatro años trabajando en Dinópolis y que llevaba el control de accesos a la atracción de El último minuto para garantizar las distancias de seguridad entre el público, comentó que “tenía ganas de volver a empezar”, no solo por el parón laboral sino por la incertidumbre en la que estaba el turismo de Teruel.

“Volver a abrir es una alegría no solo para nosotros sino para Teruel porque Dinópolis mueve la hostelería”, comentó Alba, quien aseguró que sí que esperaban la afluencia de visitantes que tuvo el parque porque las ventas online lo presagiaban ya y porque “cuando empieza la temporada la gente llega con ganas”.

Estaban trabajando en la sede principal de Dinópolis en Teruel 90 personas, y en las subsedes, que abrieron el mismo día sus puertas, otras diez en total, según indicó la directora gerente de Territorio, Higinia Navarro. En temporada alta llegan a estar trabajando 130 personas.

Navarro se mostró esperanzada de que este año sí se pueda cumplir con todo el calendario de apertura y llegar hasta el 19 de diciembre. “Las sensaciones son muy positivas y estamos ilusionados, independientemente de que tengamos reducciones de aforo”, comentó.

El parque ha abierto con un protocolo de seguridad similar al año pasado, con reducciones de aforo  y amplias medidas de seguridad sanitaria en prevención de la covid. No obstante, el único sitio al que no se puede acceder es a la Sima Misteriosa, como ya ocurrió el año pasado, mientras que al resto sí es posible aunque con control de aforo. Además, se han eliminado las gafas 3D tanto en el cine como en el simulador, y las pantallas táctiles del museo.

Las instalaciones abrieron con las novedades del año pasado del Saurio Park como principal nuevo atractivo, además de haberse aprovechado todos estos meses para la instalación del sistema de seguridad del museo. El parque ha abierto además sus puertas con toda la nueva zona de ampliación urbanizada, que es donde irán Mar Jurásico y otras atracciones nuevas, aunque de momento no se puede acceder a ella. Esa parte urbanizada es otra muestra de que Dinópolis sigue creciendo, apuntó Navarro.

Noticia de Diario de Teruel